MENUMENU
  • Inicio
  • Catálogo
    • Poesía
    • Ensayo
    • Antologías
    • Ilustrados
    • Todo el catálogo
  • La editorial
  • Contacto
  • descarga Amor
  • descarga El poema difícil
  • el mundo es redondo
  • Compra aquí

El artificio de la absorción

«Existe una laguna entre / cualquier explicación de una lectura y la lectura misma», advierte Charles Bernstein en este ensayo en verso publicado por primera vez en 1987 y considerado un manifiesto de la poesía del lenguaje. Para él, «los elementos visuales, acústicos y sintácticos de un poema» forman parte irreductible del sentido. A partir de esta hipótesis y de la «negación a ser absorbido en una identidad mayor», entreteje relaciones entre dos técnicas de la poesía: las «absorbentes», cuya transparencia nos haría olvidar que estamos leyendo, y las «antiabsorbentes», que nos vuelven conscientes del lenguaje. La poesía navegaría entre estos polos, imantada por la hipnosis de la absorción para luego despertarnos con las disrupciones que intensifican el deseo y denuncian a quienes nos mantenían embelesados. De la mano de Gertrude Stein, Bernstein nos recuerda que «las obras genuinamente “contemporáneas” al principio / parecerán raras, pero es su rareza lo que les da el carácter / necesario para perdurar». ¿El artificio de una obra la prepara para su viaje a lo largo de los siglos? ¿Es la opacidad, después de todo, la manera que tiene un poema de adelantarse a su tiempo y seguir vivo en la deriva de su porvenir?

Un útero es del tamaño de un puño

Acá hay mujeres buenas, limpias, feas, sobrias, sucias, gordas, hermosas, barbudas, éticas, aspiracionales, apuradas, monógamas, respetables, a dieta, promiscuas, maternales, lesbianas, hay úteros mundialmente famosos y úteros de la tradición brasileña, hay mujeres en plural porque «la mujer es una construcción / con muchos agujeros». Un útero es del tamaño de un puño de Angélica Freitas se afirma en ese lugar irreductible que huye de cualquier definición de lo que la mujer es y se abre, desde un lenguaje en apariencia transparente, finamente paródico y a momentos brutal, a cómo las mujeres han sido reducidas y normadas por lo social y la lengua. Pasando de lo culto a lo pop, del humor a lo lírico, del verso llano a los juegos sonoros, de lo formal a lo coloquial, la plasticidad de la poesía de Freitas, su sistema de variaciones y su trabajo con la repetición vacían el significante «mujer» desbordándolo o haciéndolo implosionar y emulan los mecanismos repetitivos.

Los hombres: un libro lírico

En Los hombres: un libro lírico, Lisa Robertson ensaya con ironía, ternura y rencor la construcción de los hombres. Transita desde lo conceptual a lo carnal, los vuelve corpóreos, frágiles y finitos: los hombres son una idea, pero también una pluralidad que desborda la sentencia: «El concepto de los hombres es elástico». Alojada en esa elasticidad, teje un ritmo que nos mece e hipnotiza; su finísimo trabajo con la sintaxis, el encabalgamiento y la repetición hace del poema una canción especulativa, una tarea laboriosa que bordea y borda el misterio de lo que los hombres son o podrían ser: hábiles, glamorosos, pesados como el humo, dulces, insípidos, compasivos, ávidos, espirituales, poderosos, sublimes, débiles, ardientes, pobres, eruditos, fálicos y aburridos. Tomando la posición del yo lírico de la tradición trovadoresca y del amor cortés, Robertson invierte el binomio y escribe desde el lugar de una mujer contemporánea, lúcida y harta de «la escuela de los errores».

Enolebrum

«Sin una sola chispa de comprensión había un aroma», escribe Kurt Folch. En Enolebrum (anagrama de Melbourne), nos enfrentamos a la opacidad resplandeciente del lenguaje, a ese momento en que el poema se vuelve una habitación a oscuras y quizá buscamos el interruptor desesperadamente pero de pronto un aroma nos consuela o nos captura. El aroma a tierra suelta, manipulada, separada, primero seca y luego húmeda, la tierra de la cual están compuestas las palabras, la zona horadada por quien cava en el lenguaje y que intuye que el acceso al poema no se alcanza mediante la comprensión: «Adentro un taladro desmenuza el pensamiento». Se suspende la narrativa y lo temático, que a veces ante lo ilegible intentamos reconstruir; se despliega un lenguaje flotante, material particulado que se resiste a cualquier gesto discursivo. Y sin épica: simplemente alguien cava en las profundidades del campo oscuro de la lengua. «Nada de eso sucedió. Perfecto, nos vemos algún día».

Exilium

En Exilium de María Negroni asistimos al sí y al no del poema, a su cavar incesante en «la flora y fauna / de los pensamientos / que no se piensan», a la mano que tiembla mientras escribe el temblor que se agita en las vocales. La poesía como una patria móvil, que nos acoge y nos abandona en un solo instante de legibilidad; la palabra que en su luminosa opacidad nos conecta con el otro que somos y que fuimos: niño, mortal, cuerpo, pregunta. Cuidadosa con el secreto que cada poeta se cuenta y que luego olvida, Negroni no escribe para desenterrar un tesoro, sino que «viaja para enterrarlo». Exilium es ese viaje, entonces, que toda escritura comporta, el duelo desgarrado y la celebración de lo efímero.

Composición de lugar

Composición de lugar de Amanda Berenguer está compuesto por diecinueve series, de tres poemas cada una, que se proyectan al mismo punto: «El tiempo que dura un poniente sobre el mar». El primero de cada serie experimenta con una estructura tradicional, el segundo implica una primera capa de descomposición del primero y el tercero se sumerge en la práctica de la poesía visual. Si la noción de proceso estaba instalada en la obra de Berenguer a partir de su concepción de la poesía cinética, en este libro vislumbramos la materia de ese tránsito: su estructura nos sugiere una colisión entre los tres poemas de cada serie –las maneras mediante las cuales cada uno propone algo semejante por diferentes senderos– y cómo ese sentido, concentrado en su eje, se dispara y expande, como si la imagen del mundo solo pudiera contemplarse desde su despliegue.

cargar más

© Copyright 2023

MENUMENU
  • instagram